¿Los tiempos cambian?

Soy firme defensor de la teoría que afirma que el mundo no ha cambiado tanto. Siguen existiendo las mismas tendencias, aunque con un envoltorio distinto. ¿Qué diferencia a los actuales guardianes de la moral moderna de los antiguos calvinistas?, ¿qué son aquellos que renuncian a mostrar su vida en redes sociales sino una versión modernizada de los viejos anacoretas?, ¿qué es un friki sino un asceta que busca en sus objetos de culto ir más allá de la realidad que vive?

Después de tanto tiempo y mucha morriña

Uno se acomoda cuando las cosas no van del todo bien. Se instalan una melancolía, una tristeza, un sopor que son de todo menos creativos. Y lo peor es que mente y cuerpo se acostumbran, se aletargan. No sé si es porque se rinden o se toman estos ataques de muermo como una especie de hibernación.

No estoy hablando de regodearse ni de dejar de esforzarse. Sencillamente se trata de un bajón de energía, de sentirse como una pila gastada o como una calculadora solar a la que por falta de luz se le desvanecen los números. Quizá como ocurre con estas necesite pulsar las teclas con más empeño para conseguir resultados.