Confesión: cómo está el patio y la creación de un héroe

Imagen de Pixabay. Autora: ErikaWittlieb

Nota: Este texto es una transcripción de un post que en su momento puse en Linkedin (allá por 2020)

No hago más que darle vueltas.

Ayer me piqué: en Twitter alguien dijo que nadie sabría crear un superhéroe español. Recogí el guante, recordé algunas cosas del máster de guión que una vez hice y me puse a crear un personaje. Una hora después presenté un esbozo. No sé si la persona que comenzó la polémica no vio lo que hice o si lo ignoró: el caso es que apresuradamente colgó los resultados del “pequeño estudio sociológico” que había realizado y, por supuesto, esos resultados le daban la razón.

Según él nadie había sido capaz de pensar en un superhéroe español, sólo le daban ejemplos paródicos y ridículos como don Quijote o Superlópez, los ejemplos dados que no eran ridículos se parecían demasiado a los “del Imperio”, de los ejemplos dados como superhéroes españoles serios de otra época (Capitán Trueno, el guerrero del antifaz o Roberto Alcazar y Pedrín…) no le valía ninguno porque no se parecían a un superhéroe como tal, y tampoco le valían proyectos como Iberia Inc porque no habían pasado de ser “proyectos fallidos” … y eso que ese cómic pese a su corta vida consiguió un premio Ignotus.

Fue un análisis que me fastidió bastante y a punto estuve decirle “¡Hola! ¿viste que recogí tu guante?” pero también había una razón para el enfado más profunda pues ¿era cosa mía o esa persona se las arregló para que, se le dijera lo que se dijera, su idea de que nadie era capaz de crear un superhéroe español fuese la válida? Esa sensación me dio para pensar, ¿alguna vez yo mismo había hecho un análisis de tal manera que, sin darme cuenta, no me diese una visión objetiva sino una ajustada a mi manera de pensar?, ¿había ignorado sin darme cuenta alguna poderosa evidencia sólo para regocijarme en un resultado que me diese la razón aunque esa razón fuese una visión negativa?

Y algo todavía más preocupante, ¿cuántas veces no habría salido de mi burbuja por miedo? Porque en el fondo todo se reducía a eso: una persona, a mi parecer, enquistada en una pesarosa visión del mundo sólo quería ver cómo el universo se conjuraba para darle la razón. También pensé una cosa: yo había recogido ese guante, yo había creado un personaje y hasta un conocido se prestó a enviarme un boceto de ese héroe. ¿No había explotado mi propia burbuja?

No respondí al autor del “estudio”. Que él se quede en su cerrazón; yo ahora sé que puedo hacer dos cosas: poner mi propio pensamiento en duda, y sacar algo creativo de ell

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